Primera Vacunación España

España empieza a vacunar bajo la amenaza de una tercera ola

Primera Vacunación España

Las comunidades inyectan las primeras dosis de la inmunización de Pfizer y BioNTech en las residencias de ancianos. El ministro Illa pide prudencia y “no bajar la guardia”

Tras casi 10 meses de pandemia en España, las primeras dosis de la vacuna contra la covid-19, desarrollada por los laboratorios Pfizer y BioNTech, han empezado a llegar la población de más riesgo: los ancianos que viven en residencias y sus cuidadores. Un pinchazo en el brazo de Araceli Hidalgo, de 96 años, abría este domingo la veda en la residencia Los Olmos de Guadalajara. Tras ella, Josefa en L’Hospitalet de Llobregat, Antonio en Granada, Nieves en Santiago de Compostela y varios miles más seguían sus pasos. La primera avanzadilla de vacunas (9.750 dosis) llegó este domingo en tiempo y forma a todas las comunidades y, en las próximas 12 semanas, se distribuirán otros 4,6 millones de dosis para inmunizar a casi 2,3 millones de personas. Sin embargo, esa luz al final del túnel es, por lo pronto, solo un destello y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pidió “no bajar la guardia”. La evolución de epidemia no acompaña y la amenaza de una tercera ola nubla la celebración del inicio de la vacunación. “Estamos ante el principio del fin, pero quedan meses por delante que no van a ser sencillos”, avisó Illa.

España se vacuna
Araceli Hidalgo, de 96 años, primera vacunada de covid en España: “A ver si conseguimos que el virus se vaya”
In English: Spain begins its Covid vaccination program under the shadow of a possible third wave

El esfuerzo titánico de la comunidad científica y “una movilización de recursos sin precedentes”, recordó el ministro, ha hecho posible conseguir una vacuna en tiempo récord, apenas un año después de que empezase a circular ese nuevo virus que ha puesto al mundo patas arriba. “Estamos ante el principio del fin. El principio es la vacuna y el fin es inmunizar a todos los españoles, derrotar al virus”, aseguró el ministro.

El Gobierno repartirá 350.000 dosis semanales de forma equitativa entre las comunidades. La vacuna de Pfizer, que tiene una efectividad del 95%, requiere de una segunda dosis a los 21 días y la persona no estará inmunizada hasta 28 días después de la primera inyección. Las inmunizaciones serán gratuitas y voluntarias.

El escenario previsto por el Gobierno a medio plazo es que convivan varias vacunas a la vez. Además de la de Pfizer y BioNTech, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), contempla dar su opinión sobre la inmunización de la farmacéutica Moderna el 6 de enero y todo apunta a que la decisión será favorable. Illa recordó, además, que hay otras dos vacunas —la de AstraZeneca-Oxford y la de Janssen— en revisión en la EMA. Aparte de los usuarios y trabajadores de residencias, el personal sanitario y los grandes dependientes, que se vacunarán en una primera fase, el Gobierno no ha concretado cómo continuará el orden de inmunización ni el despliegue logístico para hacerlo. El Ejecutivo solo ha avanzado que entre mayo y junio ya habrá inmunizado a entre 15 y 20 millones de españoles.

Pero queda recorrido, no obstante, hasta llegar a ese objetivo marcado de vacunar a toda la población. Para empezar, porque las vacunas llegarán con cuentagotas, sobre todo, al principio, y el mientras tanto se antoja complicado: la pandemia no da tregua y los contagios están repuntando de nuevo. La incidencia acumulada en España ha vuelto a superar el umbral de uno de los indicadores de riesgo extremo estipulado por Sanidad de 250 casos por 100.000 habitantes en 14 días, y se situaba este jueves en 266. “Prudencia”, insistió Illa.

Además, la presión hospitalaria, con 10.744 personas ingresadas por covid-19 (más de 1.900 en cuidados intensivos), persiste y asumir un aumento de contagios con una ocupación de base tan elevada, tensionaría aún más un sistema sanitario ya exhausto. “Los datos son preocupantes. Hay un cambio de tendencia que se registró la semana pasada. Veníamos de cinco semanas de descenso y esto se interrumpió”, indicó Illa, “por la relajación de las medidas a principios de diciembre”.

Los epidemiólogos ya dan por hecho un repunte más agresivo de contagios tras la Navidad por el aumento de interacción social. “La tendencia de casos no sigue un alza descontrolada, pero no baja. Si sube muy rápido y se descontrola, será duro”, señala Toni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona. El repunte, de hecho, también podría pasar factura a la campaña de vacunación. “Estamos acostumbrados a vacunar en medio de una ola expansiva, como con la gripe. Pero la campaña se complicaría porque los que estén pasando la enfermedad tendrían que esperar para vacunarse”, agrega.

Prudencia
Las autoridades sanitarias y los expertos recuerdan que las medidas de protección, como la mascarilla o la distancia social, deberán seguir un tiempo. La ansiada inmunidad de rebaño, que protegería a la población al dificultar la circulación del virus, está lejos. “Hoy por hoy, tendríamos que llegar al 70% u 80% de gente inmunizada, entre vacunados y gente que superase la enfermedad, para tener inmunidad de grupo. El mensaje es claro: ni siquiera con la vacuna estamos protegidos al 100% y hay que seguir siendo prudentes. Las medidas de prevención no se pueden quitar hasta que se limite mucho la circulación del virus”, alerta Trilla. Y eso no ha sucedido aún.

De hecho, a raíz del auge de casos, Baleares endurecerá las restricciones sociales en Mallorca, que tiene una incidencia acumulada de 607 casos por 100.000 habitantes. En esta línea también está Cataluña, que hoy decidirá si restringe todavía más la movilidad en la comunidad.

Pero más allá de la evolución epidemiológica, el plan de vacunación masiva contra la covid-19 tiene importantes retos logísticos y comunicativos. La vacuna de Pfizer y BioNTech, por ejemplo, tiene que conservarse a unos 70 grados bajo cero, lo que dificulta su distribución. “La logística es complicada. Habrá que ver cómo se garantiza bien el suministro constante y creciente para que no haya ruptura de stock”, avisa Trilla. Cuando se autoricen más vacunas, el Gobierno tendrá que decidir el criterio para emplear una u otra en los grupos poblacionales.

En los próximos meses tocará, además, hacer pedagogía social y comunicar las bonanzas de la inmunización. Según el último barómetro del CIS, el 28% de la población no se vacunaría inmediatamente; el 40%, sí. “El gran reto será constatar que tiene la efectividad que parece tener y despejar las dudas sobre efectos adversos inesperados. Lo importante es que la gente esté informada y se vacune cuando le toque. Si no conseguimos coberturas amplias, no tendremos suficiente control sobre la epidemia”, alerta Trilla.

Recién vacunada, Mónica Tapias, auxiliar de enfermería en la residencia de Guadalajara, lamentaba este domingo que la inmunización no hubiese llegado antes para salvar las vidas que el virus arrebató. Según Sanidad, desde el inicio de la pandemia se han contagiado más de 1,8 millones de españoles y, al menos, 50.000 han fallecido a causa del virus.

productos destacados la torre de porcuna

El aceite de oliva es un aceite vegetal de uso principalmente culinario. Se obtiene del fruto del olivo, denominado oliva o aceituna.​ Casi la tercera parte de la pulpa de la aceituna es aceite. Por esta razón, desde la Antigüedad se ha extraído fácilmente con una simple presión ejercida por un molino.

El mejor de ellos como Calidad del Aceite de Oliva Virgen Extra EVOOLEUM Awards, es La Torre de Porcuna Picual, con una puntuación de 95 sobre 100, también galardonado con los premios al “Mejor Monovarietal”, “Mejor Frutado Verde”, “Mejor Picual” y “Mejor de España”.

El virgen extra es el aceite de oliva virgen de mayor calidad: es más sano y su sabor es mejor. También es el más caro, aunque la diferencia de precio no es muy grande. La calidad del aceite de oliva depende de la calidad de la aceituna y de la rapidez del proceso de elaboración.

1. Confiar en la etiqueta.

Debemos confirmar que esté etiquetado como Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) y se haya producido con primera extracción en frío. El Aceite Virgen Extra es el de mayor calidad. Podemos encontrar también otros aceites etiquetados como Virgen y aceites catalogados como Suave o Intenso, pero que ya no contienen la definición de Virgen Extra.

Por otro lado, la forma en que se ha elaborado el aceite es también muy importante. Las máquinas tradicionales de prensado pueden producir oxidación en el líquido, mientras que las máquinas modernas de acero inoxidable evitan este inconveniente. Por lo tanto, tenemos que evitar la palabra «prensado», y buscar «primera extracción en frío» si lo que queremos es un aceite de primerísima calidad.


LOS POLIFENOLES EN EL ACEITE DE OLIVA, IGUAL QUE EN EL VINO, SON ANTIOXIDANTES NATURALES Y PROCEDEN DE LA PROPIA ACEITUNA


2. Picor en la garganta

Si bebemos el aceite de oliva, usando por ejemplo una cuchara sopera o un vaso pequeño, deberíamos notar que pica. Es una sensación picante en la garganta que nos hace toser, y que proviene de los polifenoles.

Los polifenoles en el aceite de oliva, igual que en el vino, son antioxidantes naturales y proceden de la propia aceituna. Estos polifenoles se pierden con el refinado, de modo que no encontraremos esta sensación de picor en aceites de oliva de baja calidad. En definitiva, que un aceite de oliva pique en la garganta, es una cualidad positiva.

3. Aceite joven

Cuando compramos un nuevo envase, lo ideal ese aceite de oliva haya sido producido lo más cerca posible de la fecha en la que lo compramos, y que haya pasado como máximo un año. Es decir, si estamos a diciembre de 2017, es mejor comprar un aceite etiquetado en noviembre de 2017 que en noviembre de 2016. Queremos un aceite joven, no uno que lleve un año o más en la botella, aunque legalmente su venta está permitida.

4. El envase es muy importante

Si queremos un buen aceite, deberemos evitar los envases transparentes. El aceite de oliva es sensible a la luz y a la oxigenación, de modo que el producto debe estar envasado en botellas oscuras o dentro de estuches que lo protejan de la luz. Cuanto más tiempo está expuesto al calor, la luz y el oxígeno, más calidad pierde el aceite. Este punto es muy importante cuando vamos a comprar, porque debemos tener en cuenta las condiciones de exposición y almacenaje en las que el vendedor tiene el aceite de oliva.

5. El color no es un indicador de calidad, pero sí el sabor.

«En los paneles de cata la copa no permite ver el color, porque lo que analizamos son los aromas del aceite de oliva y la sensación en boca». En boca por ejemplo es muy importante encontrar el amargor, porque es el sabor elemental característico del aceite obtenido de aceitunas verdes o en envero. La acidez característica de un buen aceite de oliva está cerca del 0’1, y a mayor acidez, menos calidad.

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